Los Presentadores, parte del Show

Como en la gran mayoría de los programas televisivos, los Realities Shows también son conducidos por uno o varios presentadores, según cada caso.

En todos ellos hay un presentador encargado de moderar las galas semanales en el prime time. Además, aquellos realities que ofrecen resúmenes diarios cuentan con otro presentador distinto, que también suele encargarse de recibir a los participantes cuando salen o son expulsados del concurso. Y cuando, años más tarde, surgió “El Debate” éste es conducido por otro presentador.

Son muchos los nombres y las caras que nos vienen a la mente al hablar de “los presentadores de los Realities” en sus distintas versiones: Mercedes Milá, Pepe Navarro (Gran Hermano)  Fernando Acaso, Jorge Fernández, Óscar Martínez, Lucía Riaño (resúmenes diarios de Gran HermanoJordi González, (Gran Hermano: El Debate), Carlos Lozano (Operación Triunfo), Paula Vázquez (resúmenes diarios de Gran Hermano y La Isla de los Famosos), Jesús Vázquez (Pop Stars, Gran Hermano: El Debate, Hotel Glam, Supervivientes y Operación Triunfo)

Sin embargo, es la periodista Mercedes Milá la primera que se nos pasa a todos por la cabeza. Quizás, porque ha sido la primera presentadora al frente de un Reality Show en nuestro país. Quizás, porque, a nuestro parecer, se ha convertido en el alma del concurso dejando su sello personal en él. Quizás, porque son siete ediciones las que lleva a sus espaldas. Quizás, porque tras todas ellas se ha convertido, indiscutiblemente, en la “madre” de todos los Grandes Hermanos. Y quizás, por todo ello, nos llama la atención su evolución -y cambio de actitud- como presentadora a lo largo del concurso.

Se supone, o más bien suponemos, que un presentador debe ser, más que objetivo, neutral. La objetividad es un punto de vista único sobre un tema en el que hay varios, mientras que un punto de vista neutral exige que, si hay varios puntos de vista, se expongan todos ellos, en la medida de lo posible.

Así pues, en la medida de lo posible, un presentador debería exponer todos los puntos de vista existentes. Y más en este tipo de programas en los que el público, a través de sus votos, es quien salva o expulsa a los concursantes del mismo por la opinión que de ellos tiene. Opinión, muchas veces creada por la propia dinámica del concurso en la que existe una “necesidad de manipular” la realidad, presentándonos tan sólo una parte de ella, lo cual, consciente o inconscientemente, beneficia a unos participantes y perjudica a otros. Por eso, consideramos que ya bastante “subjetividad” se da en esa selección de imágenes, como para que el presentador muestre su particular punto de vista al respecto; ya que todo ello puede condicionar (y condiciona) la opinión del telespectador.

Como ya hemos dicho, nos ha llamado la atención, en este sentido, el cambio de actitud de Mercedes Milá como presentadora de Gran Hermano. ¿Por qué? Pues porque en estas últimas ediciones, su anterior objetividad, ahora brilla por su ausencia. La objetividad es una virtud que protege al periodista «contra juicios por libelo» , porque trata por igual a todas las personas y opiniones [Gaye Tuchman] y en las últimas ediciones, no hemos visto en Mercedes Milá ese trato de igualdad hacia todos los concursantes y hemos sido testigos de cómo deja patentes cuáles son sus opiniones, valoraciones y predilecciones. Hecho que, por una parte, nos parece estupendo porque todo el mundo tiene derecho y libertad de opinar; pero, por otra, no nos parece “correcto”. Primero, porque consideramos que su función como presentadora es la de conducir y moderar las galas y no la de emitir juicios de valor ni para bien ni para mal; o al menos, si lo hace, hacerlo de una manera más sutil. Y segundo, porque su opinión puede influir y orientar la decisión de los espectadores con respecto a las votaciones, ya sea para que el público se muestre a favor de sus ideas o a favor, como generalmente suele ocurrir, del más débil.No obstante, lo que más nos “intriga” de todo esto es el por qué de ese cambio. ¿Por qué Mercedes Milá ha dejado de lado su objetividad y ahora se muestra mucho más subjetiva en lo que dice, de quién lo dice y en cómo lo dice? ¿Por qué ahora manifiesta abiertamente cuáles son sus concursantes favoritos y no muestra ningún tipo de “pudor” en “atacar” a los que considera “non gratos”?

Como no ponemos en duda, en ningún momento, la profesionalidad de Mercedes Milá como periodista, queremos pensar que su cambio de actitud se debe a cuestiones de share. Es decir, en televisión, últimamente, lo que sube la cuota de audiencia son los enfrentamientos y las disputas y cuantas más, mejor. Y si se dan no sólo dentro de la casa entre los concursantes, si no también en plató entre los familiares, incluso en otros programas, mejor que mejor.

Así pues y en base a esta hipótesis, creemos que los presentadores de los distintos Realities Shows  (unos más que otros) han pasado a formar parte -nos guste o no- de este espectáculo televisivo.

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